En diciembre de 2024, la Unión Europea y cuatro naciones del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- alcanzaron un acuerdo político para una asociación sin precedentes. Si cesa la oposición de ciertos países clave, el acuerdo podría aprobarse y aplicarse a partir de 2026, lo que conllevaría cambios masivos en las importaciones y exportaciones de alimentos de Europa y en la actividad de los importadores de alimentos que operan a ambos lados del acuerdo.
Acerca de Mercosur
El bloque comercial Mercosur está formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y es una de las asociaciones económicas más importantes del mundo. Creado en 1991, el principal objetivo del Mercosur es reducir las barreras comerciales y promover el libre comercio entre los Estados miembros. La población total de los países del Mercosur es de 273 millones de habitantes y la economía del bloque es la sexta del mundo, con un PIB de 2,2 billones de euros. Más de 30 millones de empresas europeas exportan a los países sudamericanos y el valor de las exportaciones alcanzó los 84.000 millones el año pasado.
El acuerdo comercial UE-Mercosur: Una visión general
Tras 20 años de negociaciones, la Unión Europea y Mercosur anunciaron un importante acuerdo comercial destinado a reducir los aranceles sobre los bienes y servicios intercambiados entre ambas regiones. Aunque aún no ha sido ratificado en su totalidad, el acuerdo abrirá importantes oportunidades pero también creará grandes desafíos, especialmente en los sectores agrícola y alimentario.
En virtud del acuerdo, los países del Mercosur obtendrán un mayor acceso a los mercados europeos de carne de vacuno, aves de corral, azúcar y etanol, entre otros , productos en los que tienen una ventaja comparativa.
Los exportadores europeos verán reducidos los aranceles sobre los alimentos procesados, los productos lácteos y las bebidas alcohólicas que vendan a los países del Mercosur.
Impacto en las importaciones europeas de alimentos y en la producción alimentaria
Mayor disponibilidad de productos asequibles
Los países del Mercosur son algunos de los mayores exportadores agrícolas del mundo. Por ejemplo, Brasil es uno de los principales productores de carne de vacuno, aves de corral y soja, mientras que Argentina es famosa por su carne de vacuno de alta calidad y su vino.
A medida que disminuyan los aranceles, los importadores europeos de alimentos tendrán acceso a una gama más amplia de productos de bajo coste y gran volumen, lo que podría traducirse en precios más bajos para los consumidores. El acuerdo brinda la oportunidad de diversificar las fuentes de alimentos importados. Esto es particularmente importante dadas las interrupciones globales en las cadenas de suministro de alimentos causadas por acontecimientos como la pandemia COVID-19 y la guerra en Ucrania.
Presión sobre los agricultores europeos
La afluencia de productos agrícolas más baratos procedentes de Mercosur podría suponer un reto para los agricultores europeos. Esto ha despertado la preocupación de los sindicatos agrícolas y de los responsables políticos por el impacto en la agricultura local.
Los países del Mercosur, como Brasil y Argentina, son grandes exportadores agrícolas con unos costes de producción inferiores a los de los países de la UE. La reducción de los aranceles en virtud del acuerdo podría dar lugar a una afluencia de productos agrícolas más baratos, como la carne de vacuno, las aves de corral y el azúcar, lo que podría repercutir negativamente en los precios y los beneficios de los agricultores europeos.
Los pequeños agricultores de Europa, que ya se enfrentan a márgenes de beneficio ajustados, podrían tener dificultades para competir con estas importaciones de menor coste porque los productos del Mercosur se producen a menudo bajo normativas menos estrictas, lo que crea una percepción de «campo de juego injusto». Esto podría presionar a los agricultores de la UE para que reduzcan sus costes o se arriesguen a perder cuota de mercado. Los sectores más afectados serían: cárnico – vacuno, avícola, porcino, azucarero y lácteo.
Calidad y normas
Los consumidores europeos son muy conscientes de la calidad y la sostenibilidad de los alimentos. Las relajadas normas medioambientales y laborales del Mercosur han suscitado preocupación por productos como la carne de vacuno brasileña, que se ha relacionado con la deforestación del Amazonas. Los importadores europeos de alimentos tendrán que abordar estas cuestiones seleccionando cuidadosamente a los proveedores y garantizando el cumplimiento de las normas de la UE.
Importaciones especializadas
Más allá de las materias primas a granel, los países del Mercosur ofrecen productos especializados y de nicho, como los vinos argentinos, la yerba mate paraguaya y las frutas tropicales brasileñas. Estos artículos pueden ayudar a los importadores a diversificar su oferta y aprovechar el creciente interés de los consumidores por los alimentos exóticos e internacionales.
Aunque el acuerdo comercial Mercosur-UE ofrece oportunidades para aumentar el comercio y el acceso a los mercados, con el potencial de remodelar la cadena de suministro alimentario de Europa, fomentando una mayor integración y colaboración entre estas dos regiones, también plantea riesgos significativos para los agricultores europeos en varios sectores clave. Para mitigar estos desafíos, es posible que la UE tenga que aplicar medidas de protección, como cuotas, subvenciones o requisitos de sostenibilidad más estrictos para las importaciones. Queda por ver cuál será el destino del acuerdo Mercosur-UE, ya que muchos países de la UE, entre ellos Francia, Austria, Irlanda y Polonia, están en contra, y el presidente de Argentina, Javier Milei, anunció recientemente que estaría dispuesto a abandonar el bloque Mercosur si surgía un acuerdo mejor con Estados Unidos.